Verano con Amigos, el campamento que la Fundación Meridional realiza en Torrejón de Ardoz, ha vuelto abrir sus puertas.
Durante julio y agosto, más de 100 participantes de 18 nacionales diferentes, han disfrutado de juegos, talleres, jornadas de piscina y un servicio de menús equilibrados en el CEIP Ramón y Cajal.
Pero este año, el ambiente era diferente a otros campamentos anteriores a la pandemia. El aislamiento social derivado del confinamiento, el uso excesivo de pantallas y la falta de actividad física han impactado no solo en el bienestar físico de los menores, también en el emocional.
En palabras de David Cortijo, coordinador del proyecto, “La solidaridad, el altruismo y el trabajo en equipo han sido los pilares fundamentales de esta edición. Nuestro objetivo ha sido generar una experiencia personal y colectiva que creara un vínculo, una conexión duradera, no solo con los menores también entre ellos, más allá de su participación en el campamento” comenta David Cortijo, coordinador del proyecto.
Según expertos de Psiquiatría y Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia, 1 de cada 4 niños que han sufrido el aislamiento por COVID-19 presenta síntomas de ansiedad, estrés y/o depresión.
“Nos hemos encontrado con un alto porcentaje de niños que tenían más dificultades para relacionarse, más agresividad, mal humor, y una peor gestión de las emociones. Así que el juego y la diversión han formado parte de nuestro día a día además de trabajar aspectos como la empatía, la escucha activa, la paciencia, …” explica Marta Sánchez, psicóloga y miembro del equipo.
De cara a la vuelta al cole, La Obra Social La Caixa, también ha querido colaborar en la iniciativa donando mochilas y material escolar a los menores.