La llegada del Coronavirus a Perú en marzo, trajo consigo el confinamiento social obligatorio y el cierre de los centros educativos. Estas circunstancias afectaron al desarrollo de los proyectos de la Fundación Meridional. Como es el caso del Centro de Día Meridional Trujillo que en abril tenía previsto abrir sus puertas para 60 menores derivados por centros educativos.

Con el cierre, los colegios solo podían realizar servicios de reparto de comida a los alumnos más necesitados. El estudio de los casos y las derivaciones oportunas quedaron paralizados. Ante esta situación, los profesionales del Centro se pusieron manos a la obra. Acudieron directamente a los servicios de reparto para facilitar información y fichas de inscripción a las familias. Los interesados han comenzado el proyecto a través de un sistema a distancia (móvil y correo electrónico) con sesiones educativas y psicológicas para los menores y con el taller “Manejo de emociones en tiempo de pandemia” para las familias y los docentes.

Gracias a estas acciones, más de 45 alumnos se han matriculado en el Centro. Además, desde mayo, reciben una cesta de alimentos básicos semanal, con la condición de que se conecten a un mínimo de tres sesiones con sus profesionales de referencia.

Un ejemplo es T. de 13 años de edad. Desde que falleció su madre, hace 8 años, ha mantenido un comportamiento retraído e inseguro. Esto le ha impedido hacer amigos, gestionar sus emociones y perder la motivación por los estudios. En el Centro han diseñado un calendario de sesiones personalizadas con el que trabajar aspectos psicológicos y mejorar sus problemas de aprendizaje.

La Fundación Meridional mantiene su compromiso con la infancia adaptando los proyectos a las nuevas circunstancias y así continuar ayudando a los más de 8.000 beneficiarios de la Red Meridional en el mundo.