Creo que ya os he hablado de la magnífica labor que URMI BASU desarrolla en Calcuta, India, recogiendo en el Hogar Meridional Soma a las niñas hijas de trabajadoras sexuales de Kalighat.
En su visita a España Urmi nos ha hablado del barrio en el que trabaja, un barrio en el que se dan las peores situaciones que podamos imaginar en materia de derechos y oportunidades, es un barrio en el que la explotación sexual se ha convertido en la única forma de vida de muchas mujeres, con el consiguiente riesgo para sus hijas en la calle, que sin protección se convierten también ellas en mercancía sexual.
A su paso por España Urmi, ha visitado la Fundación Meridional que desde hace años comparte con New Light, el sostenimiento del Hogar Meridional Soma, en el que viven mas de 33 niñas, todas están bien atendidas, escolarizadas, y todas saben que su futuro es un futuro lleno de esperanza, algunas aprenderán un oficio, otras incluso podrán acceder a la universidad.
Fue gracias a la Fundación Meridional y a su Red de Hogares de Acogida que se pudo reformar y adecuar el Hogar SOMA a las necesidades de las niñas allí acogidas, en un ejemplo de lo que puede conseguirse en un proyecto de cooperación internacional. El firma compromiso de esta mujer ha traído una nueva luz en medio de la explotación y el estigma social, una oportunidad para los hijos de uno de los barrios más pobres y míseros de Calcuta puedan recibir comida, atención sanitaria y educación, que les permita soñar con un futuro mejor.
Urmi no creció de espaladas a los problemas de los grupos sociales mas relegados de su país, cuando llegó la hora de elegir decidió hacerse Trabajadora Social, pero fue el contacto directo con los más desfavorecidos y marginados lo que marcó definitivamente sus pasos.
En su visita a la Fundación Meridional Urmi Basu ha tratado directamente con la Directora de la Fundación Mer Urrestarzu, la problemática y necesidades concretas del Hogar Merdional SOMA en Calcuta, que lleva este nombre en honor a una de las primeras niñas que se atendió cuando se incendió la chabola en la que vivía.
Gracias a las aportaciones y solidaridad de todos vosotros los proyectos de la Red de Atención a la Infancia de la Fundación Meridional pueden tener continuidad en el tiempo.
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